La bandera rojigualda ondeó en «la Reconquista de Vigo»


El 28 de marzo los vigueses conmemoran el día de la Reconquista, ya que fue el día en el que Vigo consiguió expulsar a los revolucionarios franceses —en 1809—, siendo la primera villa de España en lograr tal hito. Resulta curioso cómo el término «Reconquista» haya sido empleado para denominar, en el caso concreto de Vigo, la cruzada contrarrevolucionaria que fue la Guerra de la Independencia. En realidad «Reconquista» resulta una denominación mucho más apropiada y es perfectamente aplicable a todo el conflicto a nivel nacional, pues el mismo espíritu de cruzada que tuvo nuestra Reconquista, fue el que inspiró a los vigueses (como señalamos en este artículo de 2018) —y a todos los españoles en general— en la Guerra contra la Revolución que hoy llamamos Guerra de la Independencia.

Así, el carácter antiliberal y de cruzada contra «los herejes hijos ilegítimos de la católica Francia» fue común en toda España y, verdaderamente, se trató de una Reconquista como la que culminó en 1492 con la Toma de Granada. No obstante, como señalamos en nuestra entrada antigua que enlazamos en el párrafo anterior, las recreaciones —cada año más numerosas— de la Reconquista se ambientan con un no camuflado perfil de «revolución popular» de tinte izquierdizante, y casi proto-separatista. Resulta paradójico, pues se trató de una reacción, efectivamente popular, que combatía la Revolución, pero a ciertos perfiles folclóricos culturales controlados por el nacionalismo gallego de izquierdas, les interesa representar la lucha de clases en clave separatista, así «os nosos» serían los celtas contra los romanos, los irmandiños contra los castellanos y los vigueses contra los franceses, que retorcidamente hacen pasar por «fascistas de orden».

Esta falsa tesis histórica de la Reconquista ha contribuido a desmontarla, posiblemente sin pretenderlo, el historiador vigués Ricardo Troncoso García-Cambón, en el boletín del Instituto de Estudios Vigueses, Glaucopis, del año 2020. El historiador localizó la acuarela que ilustra esta entrada en el Archivo Nacional Británico y fue pintada en abril de 1809 por el capital de la marina inglesa William Bolton que estuvo, a bordo de su barco la fragata Fisgard, en Vigo entre el 13 y el 16 de abril de 1809, dos semanas después de la expulsión de los revolucionarios franceses.  En la acuarela destaca —además de su estilo donairoso, que muestra que fue hecha más por placer que por reflejar realmente las posiciones de las baterías o tratar de ser fidedigno con la orografía de Vigo y sus alrededores— la representación de la bandera rojigualda en el castillo de El Castro. En su artículo en Glaucopis, Ricardo Troncoso señaló que «hasta la Guerra de Independencia, la cruz de Borgoña era la bandera de los ejércitos españoles, porque no existía una bandera de España como tal, sino que había banderas de los ejércitos. La actual era la que utilizaba las embarcaciones de la Armada, creada con unos colores específicos para distinguirla en el mar, pero no era una bandera de tierra. Coincide justo en la época cuando algunos ejércitos de tierra empezaron a utilizarla como enseña de España». 

En conclusión, el Ayuntamiento de Vigo y demás organizadores de la recreación histórica de la Reconquista, deberían tratar de ser más coherentes con la realidad de los hechos y, ya que ni se plantearán la utilización de la bandera rojigualda (tampoco utilizan las aspas de Borgoña o si quiera una bandera dieciochesca con el estandarte real) al menos sería de agradecer que eviten la utilización de símbolos y banderas totalmente anacrónicos cuando no directamente fantasiosos.